Siendo este tema tan controvertido, y aunque en la información que colguemos sobre el pleno de noviembre aparecerá completa nuestra argumentación, vista la controversia sobre el asunto, hemos querido hacer una pequeña entrada para aclarar nuestro voto en contra a que el ayuntamiento compre el campo de golf.
Nuestro voto se fundamenta en los siguientes aspectos.
- Actualmente, después de cuatro años de gestión
municipal, el club de golf tiene 69 socios empadronados. Si miramos el coste
por socio (2.000.000 € entre 69 socios), cada vecino socio le cuesta al
municipio casi 30.000 €, lo que nos parece desproporcionado.
-
El hecho de que sólo haya 69 socios empadronados habla
de un desinterés social al respecto. Le hemos dicho al alcalde, que si 200
vecinos fueran socios, la inversión nos parecería plenamente justificada. Es
mas, le hemos dicho que una vez que se ha tomado la decisión en el pleno de
noviembre y el municipio compra el campo, nosotros trabajaremos para acercar el
campo a los arroyanos. Que los vecinos conozcan su campo de golf en detalle es
el primer paso para que haya mas socios, labor que, desde nuestro punto de
vista es el gran fallo de estos primeros cuatro años de gestión y que, de
haberse hecho bien, hubiera supuesto unanimidad a la hora de valorar la compra.
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Por contra hay 289 socios no empadronados. Los
suponemos vecinos de otros municipios. Han encontrado un campo muy bien
cuidado, bien situado y con cuotas muy baratas que no cubren su mantenimiento. Para
que todos estos señores puedan jugar a un coste razonable, los vecinos de
Arroyo pagan la diferencia y soportan las pérdidas.
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Aunque se pide dinero público para comprar el campo y
pagar las pérdidas anuales, la gestión ni es pública ni está externalizada. Hay
cinco trabajadores colocados a dedo por IPAE y contratados por EMUVA. Estamos
en contra de esta forma de funcionamiento de la administración pública, que ha
sido la marca de IPAE a lo largo de estos años y que ha creado una red
clientelar de colocación de amigotes que le cuesta mucho dinero a los arroyanos
y que queda al margen de la fiscalización que la administración pública
contempla para si misma. No sólo eso, sino que, tal y como estamos observando, en esta forma de trabajar ni el control, ni la planificación, ni la rendición de cuentas caben. El dinero público es inagotable y tan sólo se trata de priorizar unas inversiones sobre otras.
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La gestión del campo de golf, asumida, como ya digo,
por IPAE, deja en los cuatro primeros años, un coste de 1.300.000 €, de los
cuales 800.000 son alquiler y 500.000 pérdidas, según los números facilitados
por EMUVA. Proyectando estos números a futuro, nos dicen que el coste completo
del campo de golf serán entre 3,5 y 4 millones de euros (2 de alquiler/compra y
el resto pérdidas) en los próximos ocho años. Aunque tanto desde el gobierno
municipal, como desde otros grupos políticos se incide en que estas pérdidas se
van a reducir, no tenemos ninguna evidencia vista la gestión a día de hoy, y,
dado que se nos pide tal acto de fe que ni siquiera había preparado un plan de
negocio con una previsión de ingresos y gastos hasta que lo hemos pedido
nosotros, nos permitimos la desconfianza.
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El barrio de Sotoverde Las Lomas es el gran olvidado
por la gestión de IPAE desde que está en el gobierno municipal. Creemos que con
una población joven e infantil que además se va a ver incrementada en los próximos
años hay muchos otros sitios donde gastarse esos dos millones (o cuatro,
incluidas pérdidas) que en un campo de golf para 69 vecinos.
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Visto que el campo de golf fue una dotación de la
constructora Fadesa a la urbanización, y por tanto, el error nace de un incumplimiento
de una constructora, como tantos que ha habido en este país, no nos parece de
recibo que el ayuntamiento priorice una inversión para reparar un falta ajena mientras
olvida las promesas propias relativas a la ciudad del baloncesto o los campos
de rugby cuyos carteles (municipales) han estado expuestos en una parcela hasta
hace dos meses.
Por todos estos
motivos hemos votado en contra. Las cosas no se hacen así. Si IPAE fuesen
gestores eficientes, después de llevar el campo de golf durante cuatro años,
nos hubieran presentado:
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Un número de socios empadronados de al menos 200, que
justificasen el gasto público en el campo.
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Un listado de iniciativas de captación entre niños o
entre vecinos a lo largo de estos cuatro años intentando fomentar un deporte
sobre el que ayuntamiento apuesta. No han hecho nada. Ni siquiera buzonear las
tarifas entre los vecinos. Les aseguro que son tarifas muy asequibles. De hecho
no cubren pérdidas. En lugar de eso, se han gastado cada quince días un anuncio
en el Nuevo Arroyo donde aparece una foto del campo de golf. Cada anuncio
cuesta 1.200 € y lo pone el ayuntamiento por propia iniciativa, sin contar con
la gerencia del campo.
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Un plan de negocio con la previsión de ingresos y
gastos de los próximos años. Lo han presentado un día antes del pleno y después
de que Ciudadanos y Sisepa presentaran el suyo en comisión ante la ausencia de
uno oficial del equipo de gobierno. En palabras del alcalde, “la gerencia ha
estado trabajando todo el fin de semana para poder tenerlo a tiempo para el
pleno” ¿y los cuatro años anteriores?.
Les aseguro que esta no nos parece forma de funcionar. Si algún día Ciudadanos tiene responsabilidad de gobierno, las pautas que aquí ven serán la guía por las que nos regiremos. Es mas, si Ciudadanos hubiera gobernado hace cuatro años, les aseguro que la compra del campo de golf estaría plenamente justificada en base a criterios objetivos, y no a una corazonada, como resulta hoy. En coherencia con todo lo expuesto, una vez
tomada la decisión por mayoría en el pleno para comprarlo, estamos por la labor
de dar un impulso a la instalación de cara a que se mejore la gestión y a que
sea disfrutado por el mayor número de arroyanos posible, que para eso lo
pagamos. Ese sentido positivo y de colaboración ha sido transmitido en estos términos
al señor alcalde.