miércoles, 20 de septiembre de 2017

SOMBRA 3: EL COLAPSO FINANCIERO, REZANDO A SAN ANTONIO



Durante la campaña electoral de 2015 IPAE basó su estrategia en la frase “tenemos 12 millones en la caja”. Era verdad. Los impuestos más caros de Castilla y León, la venta indiscriminada de terreno público y la actividad constructora llenaron las arcas municipales. Hoy en día las circunstancias son muy distintas, hasta el punto que en el ejercicio 2016 el ayuntamiento ha tenido un déficit de 2,5 millones de euros y ha incumplido la regla de gasto. Creo que es importante que los arroyanos sepan dónde estamos y hacia dónde vamos. De esto va esta entrada.

Las cuentas son siempre fáciles: lo que se ingresa menos lo que se gasta. Empecemos por los ingresos:
  1.        En algunos conceptos tributarios, los más importantes (IBI, plusvalías, etc.) hemos alcanzado o estamos cerca del tope en cuanto al tipo de gravamen. Como veremos en otro capítulo, los habitantes de Arroyo somos quienes más pagamos "per cápita" de todos los municipios de nuestro alrededor. Sumamos a esto la tasa de basuras que no se paga en otros municipios, como la capital o Laguna de Duero              
  2.       La recaudación por plusvalías se ha visto herida de muerte por mor de una sentencia del TC, por todos conocida. Previsiblemente los ayuntamientos deberán devolver el dinero ilegalmente cobrado. Arroyo quedará entonces en una situación muy delicada debido a que los ingresos por plusvalía han sido una parte mollar del presupuesto por la actividad constructora e inmobiliaria de estos años atrás.
  3.        Aun cuando mantenemos desde hace años el dudoso honor de ser el tercer ayuntamiento en el ranking nacional con mayores ingresos en multas de tráfico por habitante, la recaudación por este concepto ha caído estrepitosamente. IPAE-PP que consideraron la recaudación por multas un ingreso habitual en el presupuesto, se encuentran ahora con que van a recaudar mucho menos que los 2 millones que presupuestaron.
  4.   Se ha esquilmado el patrimonio municipal, la "hucha" de los arroyanos. En estos días se vende la última parcela que nos queda con destino residencial. La cifra global de todo lo vendido podría rondar los 100 millones de euros. Intentaré confirmarlo en breve.
  5.       El servicio del agua, como vimos, se vendió hace cinco años y para los próximos treinta años. Al cobrar el canon de golpe, el ejecutivo municipal de entonces privó al ayuntamiento de una importante corriente de ingresos futuros. La puntilla es que nos han estado cobrando por una depuración que no han hecho y a día de hoy los arroyanos pagamos un 50% más por el mismo agua que los vallisoletanos, si bien ese dinero va a parar a las manos de una empresa privada.
  6.        Tenemos una alta morosidad de cobros con difícil recuperación. Asunto que nuestro Ayuntamiento trata de tapar en la medida de lo posible, pero que comienza a ser muy preocupante.
  7.        La última modificación del plan urbanístico que aprobó IPAE hace unos años, y su decisión clara y manifestada en reiteradas ocasiones de convertir Arroyo en la ciudad del comercio y la hostelería, ha impedido la llegada de industrias y otros negocios a pesar de que un gran número de inmuebles ha comenzado a quedar vacío. 



Del lado de los gastos, ni hoy IPAE ni antaño, cuando eran PP, han gestionado nunca. Entraba dinero a espuertas, y según le entraba lo gastaban. De ahí modificaciones de presupuestos de hasta el 143% (2009) que hemos visto estos años. Lo que se presupuestaba en diciembre y lo que se gastaba a lo largo del año se parecían como un huevo a una castaña.
  1. -          Por un lado, tenemos un montón de gastos superfluos: 400.000 € anuales en publicidad y propaganda, 600.000 a la diputación para que nos cobre los impuestos, asesores, una empresa pública (EMUVA) con 20 personas puestas a dedo, obras inútiles, mal planificadas y peor ejecutadas, el abuso del contrato menor (hasta 50.000 € a dedo), un campo de golf público que nos ha costado un riñón…
  2. -          Por el otro, necesidades sin atender: barrios como Las Lomas-Sotoverde abandonados, poco dinero para deportes y ninguno para jóvenes, instalaciones sobresaturadas, edificios que no se mantienen y que toca reconstruir (Almendrera), política de empleo inexistente, desconexión con las empresas locales, nulo apoyo a la inversión…

Nuestro ayuntamiento sostiene el gasto corriente, pero cada vez es más patente su incapacidad para cumplir con sus proyectos de inversión: los que ha prometido en su programa electoral, los que ha presupuestado, y los que va a necesitar el Municipio, en constante crecimiento y con algunos núcleos sin apenas instalaciones municipales dignas de mencionar a pesar de su cada vez mayor peso poblacional (léase Las Lomas-Sotoverde). Supongo que el vecino comprenderá ahora por qué no llegan nunca los prometidos campos de rugby, por qué se ha tenido que paralizar la construcción del aparcamiento de La Flecha (totalmente innecesario, a nuestro entender…) y por qué todas las áreas municipales sufren recortes a día de hoy. IPAE-PP, ni saben, ni quieren, y continúan con ese modo de gobierno indolente que inauguraron en 2015, intentando que al vecino le llegue la menor cantidad de información posible, haciéndose fotos en los saraos y rogando a San Antonio, el patrón de la construcción a ver si alguien viene a poner ladrillos a Arroyo.


En resumen, ya han incumplido la regla de gasto, las inversiones futuras, y alguna de las presentes corren peligro, hemos vendido nuestras propiedades, no se pueden subir más los impuestos (aunque quisieran) y... ¿qué hacen?: Nada, no hacen nada, ante la posibilidad de un colapso financiero la actitud del equipo de gobierno es poner velas a San Antonio.


La solución está clara: del lado del gasto cualquier cabeza mínimamente amueblada cortaría el gasto superfluo y el derroche. Del lado de los ingresos son necesarios cambios profundos que implican conocimientos y experiencia en gestión, precisamente lo que no hay.
                 

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