PACTOS Y
ARREGLOS
Hace un mes hemos
asistido a la segunda vez en seis meses en que Ciudadanos firma un pacto
político a nivel nacional. Si en febrero se hacían públicas las 200 medidas
para un gobierno reformista y de progreso, estos días hemos asistido a las
negociaciones entre PP y Ciudadanos, que han derivado en un documento llamado
“150 medidas para mejorar España”, documentos ambos, tanto el de febrero como
el de agosto, que han sido presentados a la prensa y pueden ser consultados por
cualquier español en las webs de los partidos y en centenares de sitios de
internet.
El
procedimiento para acordar un pacto político es siempre el mismo: se anuncia a
la ciudadanía que se van a abrir negociaciones para llegar a un acuerdo, sea de
gobierno, sea de investidura, se inician dichas negociaciones, se ofrecen
explicaciones diarias a la prensa del avance de las conversaciones, de dónde
están los puntos de discrepancia y de la cercanía o no de un acuerdo, y
finalmente se firma un documento, negro sobre blanco, que supone un compromiso
para los partidos firmantes y en el que se especifican medidas concretas para
mejorar la vida de los ciudadanos. Esto es un pacto en política.
Hace unas
semanas asistimos en Arroyo a lo que en el pueblo se conoce como pactiño. Dos
partidos: IPAE, que gobierna en Arroyo desde hace ocho años y al que le faltaba
un concejal para alcanzar la mayoría absoluta, y PP, que dispone de dos
concejales, anuncian que han llegado a un acuerdo para gobernar el pueblo. Los
detalles del acuerdo son: IPAE dice que siempre han tenido afinidad con el PP y
el PP dice que este acuerdo va a mejorar el pueblo. Un día un periodista dice
que ha habido un acuerdo de legislatura y presenta unas fotos de los
acordantes. Esto es un arreglo.
Se puede
profundizar mas en ambos acuerdos. En los dos casos, tanto PP, como PSOE como
C´s en ámbito nacional, como IPAE y el PP en el ámbito local, se presentan a
las elecciones con un programa, donde explican lo que a su juicio está mal en
la institución a la que aspiran gobernar y qué es lo que van a hacer para
mejorarla si cada uno de ellos es elegido. Evidentemente en el caso del pacto,
el documento firmado recoge todas las medidas del programa de cada formación
que sus negociadores han conseguido meter en el documento, de ahí que desprende
la afirmación de que los acuerdos de C´s con PP y PSOE tienen cien puntos en
común: los puntos que aporta Ciudadanos.
En el caso del
arreglo, el PP en Arroyo se presentó a las elecciones enarbolando la bandera de
la lucha contra la corrupción, si señores, no se rían, enarbolando la bandera
de lucha contra la corrupción, después de abstenerse en la anterior legislatura
cuando el PSOE presentó una moción para pedir la renuncia del alcalde condenado
por prevaricación y cohecho. Pero durante esas elecciones el PP dijo mas cosas,
habló de que traería transparencia a una gestión municipal absolutamente opaca,
caprichosa y partidista, habló de eliminar la empresa pública municipal, de
acabar con las contrataciones a dedo...pues bien, no sabemos si en el arreglo a
que ahora ha llegado IPPAE, -denominación que emplearemos a partir de ahora
para nombrar al gobierno que sale del arreglo-, alguna de esas intenciones
plasmadas en campaña electoral han tenido reflejo en el acuerdo, de hecho no
sabemos ni siquiera si han firmado algún documento.
Pero como
diría superatón: “no se vayan todavía, aún hay mas...”, de la negociación no es
que no se hayan enterado los ciudadanos; no se ha enterado la prensa, que habla
del acuerdo a posteriori, ni siquiera los afiliados del PP conocían las
negociaciones, ni el propio número dos del PP en Arroyo ha sabido nada de ellas
hasta que las ha visto en prensa, lo cual, entre otros motivos ha desencadenado
su dimisión. Esto es la transparencia que predican algunos partidos y que
muestran en sus arreglos.
Ahora bien,
hay que decir que hay alguien que sí conocía el arreglo: los grupos de la
oposición han presenciado desde octubre cómo con el voto de IPPAE se ha subido
el IBI, se ha rechazado la retirada de las placas conmemorativas del alcalde
condenado, se ha aprobado la continuidad de un club de golf que cuesta 350.000
€ a los arroyanos y del que son socios 69 vecinos, se ha pagado de la defensa
de los concejales de IPAE a cargo de Gómez de Liaño con una minuta que
cuadriplica la recomendación del colegio de abogados, se ha aprobado el gasto
de 400.000 €/año en publicidad, para contar lo bien que está el pueblo, se ha
aprobado presentar varios recursos contra una resolución judicial que nos han
costado ya 70.000 € a mayores de los 150.000 que impuso el juez inicialmente, y
finalmente, se aprobaron en diciembre los presupuestos de 2016, que incluían
una subida de sueldo a los concejales de gobierno (gobierno al que ahora se
incorporan los concejales del PP) y la creación de dos puestos de libre
designación, uno con un sueldo de 60.000 €, ya ocupado y otro presuntamente
destinado a un afiliado del PP. Ahí está la mejora del pueblo que propone el
arreglo, es verdad que en campaña se les olvidó decirlo todo: la mejora que el
PP prometía a los vecinos era para vecinos concretos, con nombre y apellidos.
En fin, espero
que después de este entretenido análisis, al lector le haya quedado clara la
diferencia en política entre un pacto y un arreglo, aunque estoy seguro que, a
estas alturas, el lector piense, como yo mismo pienso, que arreglo parece una
palabra demasiado fina para llamar a según que cosas.
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